Sin embargo, el motivo más importante para que Los intocables de Elliot Ness (1987) quedara grabada en mi memoria cinéfila para siempre es una escena muy concreta. En ella, Jim Malone -Sean Connery- recorre la habitación en la que los protagonistas esperan a que se produzca un encuentro ilegal en la frontera entre EEUU y Canadá, y va dando consejos a cada uno de sus tres compañeros de equipo: a Elliot Ness -Kevin Costner- le recomienda tener paciencia; a Stone -Andy García- le insta a no seguir revisando su arma; y por último se acerca a Wallace -Charles Martin Smith-, quien parece tener frío, y le dice que golpee el suelo con sus pies, consejo que este último pone de inmediato en práctica. Después, Malone se sienta en una silla a comer algo y la imagen realiza un lento fundido a la siguiente secuencia.
Aún a día de hoy, cuando noto que el frío me invade el cuerpo -ya sea esperando el autobús o la llegada de algún amigo-, recuerdo de nuevo las palabras de Malone y sigo su consejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario