A principios de enero, los medios suelen inundarnos con todo tipo de listas dedicadas a recoger los aspectos, acontecimientos y personajes más destacados de los últimos doce meses, pero también con reportajes cuyo propósito es repasar lo que nos espera durante el año entrante. Esta dinámica afecta a casi todos los ámbitos sociales y culturales, incluido el séptimo arte; en este sentido, las publicaciones especializadas aprovechan estas fechas para hablar a sus lectores sobre los estrenos más esperados, los posibles nominados a los premios más importantes o los futuros reyes de la taquilla. En esta columna no íbamos a ser menos, aunque el enfoque no tiene por qué ser el habitual.
Queda menos de una semana para conocer las nominaciones oficiales a los Oscar, pero los expertos, revistas y webs de cine llevan desde hace meses especulando sobre las películas y profesionales que estarán en dicha lista. Personalmente, hace tiempo que dejé de seguir todo el proceso que rodea a los Premios de la Academia -o por lo menos no lo hago con tanta dedicación como antaño-, pero es indudable que, como mínimo, son un indicador a tener en cuenta por todo cinéfilo -o cinéfago- que se precie. Entre los films favoritos para acaparar las candidaturas de esta próxima edición suenan films como Birdman (2014), Whiplash (2014), Boyhood (2014) o The Imitation Game (2014).
Whiplash (2014)
En cuanto a los blockbusters 'made in Hollywood' -el pan nuestro de cada día en la cartelera comercial española- que nos irán llegando a lo largo del año, soy el primero en mostrarse hastiado por el rumbo que han venido tomando durante los últimos tiempos; pero la esperanza es lo último que se pierde, y acudiré puntual a las citas con Star Wars: El despertar de la Fuerza (2015), Tomorrowland (2015), Inside Out (2015), Los Vengadores: La Era de Ultrón (2015), Mad Max: Furia en la carretera (2015) o Spectre (2015). Menos apetecibles parecen, a priori, otras propuestas como Jurassic World (2015), Terminador: Génesis (2015), Poltergeist (2015) o Ant-Man (2015)...
Claro que siempre podemos intentar abstraernos del ruido publicitario que rodea a las películas más esperadas o premiadas, y confeccionarnos -según los gustos y vicios de cada uno- nuestro propio calendario cinematográfico; por suerte, el abanico de opciones es cada día más amplio: cineclubs -en los que impera la imprescindible versión original-, catálogos online -aunque todavía queden muchos obstáculos que superar-, estrenos directos a video -¡Redada asesina 2 (2014)!-, festivales de cine -¿qué nos deparará Sitges este año?-, tareas pendientes -en mi caso, revisar la obra de John Landis-, etc.
Tomorrowland (2015)
Publicado en La Voz de Almería, 9-1-2015
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