sábado, 7 de febrero de 2015

Miedos y pecados cinéfilos



El pasado jueves 29, gracias a las gestiones de la Librería Sintagma y el Área de Cultura del Ayuntamiento de El Ejido, tuve ocasión de participar en el II Ciclo de Cine Actual que ha tenido lugar en dicha localidad, y con gran éxito de asistencia, a lo largo del mes de enero; el motivo era ofrecer una charla titulada 'Terror, fantasía, acción: Cinefagia VS Cinefilia', y el propósito, profundizar, de la forma más amena pero rigurosa posible, en la naturaleza inabarcable del cine -algo que sucede también con otras muchas manifestaciones culturales-, así como en las diversas formas en que los espectadores actuales entendemos, visionamos, disfrutamos, consumimos y amamos el séptimo arte.

La charla dio pronto lugar al debate con el público y a una enriquecedora conversación en la que hubo tiempo para charlar sobre todo tipo de temas y tópicos relacionados con el cine. Uno de ellos fue el de los 'placeres culpables': esa etiqueta con la que nos referimos a aquellas películas que nos cuesta reconocer que nos gustan o apasionan, dadas sus características estéticas, académicas o ideológicas. En mi caso particular -y sobre todo desde que adopté mi condición de cinéfago-, nunca he tenido reparo en admitir que disfruto con el cine de Alfred Hitchcock y de Yasujiro Ozu, pero también con Km. 666 (Desvío al infierno) (2003) o Cobra, el brazo fuerte de la ley (1986). 

Cobra, el brazo fuerte de la ley (1986)

Otro de los temas tratados fue el de la crítica de cine: ¿hasta qué punto es útil para los amantes del séptimo arte?, ¿qué criterios podemos seguir para aprovecharla en todo su potencial?, ¿cómo decidir de quién fiarnos a la hora de leer la valoración -positiva o negativa- de una película? Las respuestas a dichas preguntas pueden ser muy diversas y dependerán de cada espectador, pero es indudable que, actualmente, la gran variedad y progresiva especialización de las publicaciones sobre cine nos permiten confeccionar nuestra propia hoja de ruta cultural y acudir, en función de nuestros particulares gustos e inquietudes, al medio o persona con el que más podamos empatizar -o todo lo contrario.

Y también hubo tiempo para hablar acerca de las famosas listas dedicadas a recopilar las 'mejores películas' de todos los tiempos. A este respecto, en 2011 la web Lovefilm realizó una encuesta sobre las películas que más veces se fingía haber visto, y el resultado fue el siguiente: El padrino (1972), Casablanca (1942), Taxi Driver (1976), 2001: Una odisea del espacio (1968), Reservoir Dogs (1992), This is Spinal Tap (1984), Apocalypse Now (1979), Uno de los nuestros (1990), Blade Runner (1982) y La gran evasión (1963). No sé los lectores, pero yo aún tengo pendientes tres de ellas... 

Blade Runner (1982)

Publicado en La Voz de Almería, 6-2-2015

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