lunes, 27 de junio de 2016

Dos buenos tipos



Dos ‘colegas a la fuerza’ -un concepto clave en casi toda su filmografía-; un viudo con sentimientos de culpa -Arma letal (1987)-; un perdedor que no para de recordarse que nunca conseguirá ser feliz y una niña que actúa como ‘pegamento’ emocional entre los dos protagonistas -El último Boy Scout (1991)-; una pareja conformada por dos tipos con muy distinta tolerancia al dolor y al estrés -Kiss Kiss Bang Bang (2005)-… Puede resultar injusto comparar Dos buenos tipos (2016) con sus películas anteriores, pero Shane Black -aquí director y coguionista, junto a Anthony Bagarozzi- tampoco es que busque huir de los referentes que, hasta el momento, han ido conformando su carrera.

Por mi parte, quizás fui con las expectativas demasiado elevadas, pero lo cierto es que salí ligeramente decepcionado del cine… Todo estaba en su sitio -los personajes, la trama, los diálogos, los monólogos, la música, la ambientación setentera-, pero algo no me terminaba de encajar y, en determinados momentos, me parecía estar viendo a ‘dos estrellas de cine llamadas Russell Crowe y Ryan Gosling actuando en una película de Shane Black’; en este sentido, la faceta cómica del protagonista de Drive (2011) ha sido uno de los elementos más aplaudidos de la cinta, pero a mí la interpretación tan exagerada de Gosling consiguió sacarme de la película en alguna que otra escena.

Cartel promocional de Dos buenos tipos (2016)

Pero también hubo muchísimas otras cosas que me encantaron: las escenas de acción -alejadas del habitual montaje ‘videoclipero’ que tanto abunda en el cine actual-, los constantes detalles de comedia visual -esa ‘doble’ caída a la piscina durante el tercer acto-, la innegable química entre Crowe y Gosling, el carisma de la jovencísima Angourie Rice -ahora sí que tengo que recuperar Las últimas horas (2013)-, y un largo etc. Además, reconozco que varias escenas me hicieron aplaudir o estar a punto de llorar de la risa -ojo al ‘momento Richard Nixon’-, y eso para mí ya es más que suficiente como para estar deseando revisar Dos buenos tipos (2016) en formato doméstico.

PD. El pasado domingo saltaba la noticia: el actor Anton Yelchin -bastante prolífico en los últimos años- había fallecido en un desgraciado accidente, a los 27 años. Noche de miedo (2011), Terminator Salvation (2009), Star Trek (2009) y sus dos secuelas, la reciente y aplaudida Green Room (2015)… Quizás no llegó a participar en ninguna obra maestra, pero las reacciones de los últimos días dejan bastante claro que era uno de esos -diría que pocos- intérpretes que caían bien a casi todo el mundo. Yo, personalmente, siempre le recordaré por su papel en la dulce, triste y romántica Como locos (2011). 

Anton Yelchin (1989-2016)

Publicado en La Voz de Almería (24-6-2016)

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