Tras las -relativas- decepciones de crítica y
público que supusieron Valkiria (2008)
y Noche y día (2010), Tom Cruise
volvió en plena forma con la cuarta aventura cinematográfica de Ethan Hunt -Misión imposible: Protocolo fantasma-; a
partir de entonces, y de forma extraordinariamente regular -una vez al año,
como Papá Noel-, ha estrenado una serie de títulos de acción y/o
ciencia-ficción de lo más envidiables: Jack
Reacher, Oblivion, Al filo del mañana y Misión: imposible – Nación Secreta. El
pasado fin de semana llegó a nuestras salas Jack
Reacher. Nunca vueltas atrás (2016) -secuela del primer título de esa
lista- y, por mi parte, solo puedo hablar de profunda decepción.
La primera entrega es una de esas películas de
acción que no me canso de ver: hace unos meses la estaban echando en televisión
y -cosa rara en mí- me quedé a verla de nuevo hasta el final, a pesar de que
tengo el Blu-ray en la estantería. El buen hacer de Christopher McCarrie a los
mandos del guión y la dirección, el impactante prólogo, la estupenda
persecución automovilística a mitad del metraje -sin banda sonora-, las
variadas escenas de ‘pelea’, la absorbente partitura de Joe Kraemer, el
impresionante plantel de secundarios, el carisma de Cruise… Todos los elementos
suman para hacer de ella una película a la que, como he dicho antes, no me
importa volver de vez en cuando.
Jack Reacker (2012)
Es por eso que no logro entender cómo se han
logrado torcer tanto las cosas en esta secuela: la trama es de lo más aburrida
-y carece de los giros de la primera entrega-; las escenas de acción no tienen
personalidad; Cruise parece estar con el piloto automático; y la introducción de
dos nuevos personajes femeninos, a pesar de que es coherente con la loable
dinámica presente en sus últimos trabajos -compartir todo el peso de la función
con la actriz principal del reparto-, acaba convirtiendo a Jack Reacher en
secundario de su propia historia. Por no hablar del doblaje -esta vez me fue
imposible optar por la versión original-: de los peores que he escuchado en mi
vida, sin exagerar.
Hace poco más de un año, Rafa Martín –de la
web Las Horas Perdidas- finalizaba su
reseña de Misión: imposible – Nación
Secreta (2015) afirmando: “El mayor
temor que produce (…) es saber que la saga tiene los días contados y (…) todos
sabemos cómo se derrumbará el castillo. Comenzará con el primer achaque de
Cruise, su primer gesto de cansancio, su primer acto de desdén (…)”.
Esperemos que esta segunda entrega de Jack Reacher no sea el primer ‘gesto de
cansancio’ en la carrera reciente de un actor/productor que lleva muchos años
proporcionando entretenimiento de calidad.
Jack Reacher. Nunca vuelvas atrás (2016)
Publicado en La Voz de Almería (18-11-2016)