Un
cúmulo de circunstancias llevó a que la semana pasada me diera un empacho de
ficción televisiva británica: cuatro miniseries estrenadas a lo largo de los
últimos tres años y de las que no había escuchado ni leído demasiada
información. La encargada de inaugurar el ciclo fue Marcella (2016-), un thriller
creado por Hans Rosenfeldt -artífice de la fundacional Bron (El puente)- y protagonizado por Anna Friel -¡Criando malvas!- en el papel de una
policía con ciertos problemas de amnesia, cuyo marido acaba de dejarla sin
demasiadas explicaciones y envuelta en una investigación criminal con más sospechosos
que el Cluedo. Una montaña rusa de lo más entretenida -y retorcida.
Después
llegó el turno de River (2015),
escrita por Abi Morgan -suyos son los guiones de films como Shame o La dama de hierro- y con un reparto encabezado por Stellan Skarsgård,
como un policía -el segundo y último de esta columna- traumatizado por el
reciente asesinato de su compañera. River -como en Marcella, aquí serie y protagonista también comparten nombre-
mantiene una relación muy peculiar con los ‘muertos’, pero este detalle no es
utilizado para sorprender o impactar, sino para emocionar al espectador. ¿Lo
mejor? El buen uso del tema I Love to
Love (But My Baby Loves to Dance) de Tina Charles, con Skarsgård
-soberbio- reviviendo los tiempos de Mamma
Mia.
River (2015)
Doctor Foster,
por su parte, cambia comisarias por hospitales, para centrarse en las
peripecias vitales de la Dra. Gemma Foster, y en qué sucede a partir del
momento en que descubre un pelo rubio en la bufanda de su marido, con el que
lleva quince años casada y comparte un hijo adolescente. Denostada por cierto
sector de los espectadores y la crítica especializada por considerarla
demasiado sensacionalista, la serie barrió récords de audiencia hace un par de
años y tiene ya lista una segunda temporada. ¿Mi opinión? Entretenidísima y con
un prodigioso manejo de la tensión, algo que da lugar a un episodio final de
los que hacen época -digno de los mejores tiempos de Dexter.
La
última serie de esta pequeña lista la tengo todavía a medias: protagonizada por
David Morrissey -de fama mundial tras su paso por The Walking Dead-, The Driver
es la historia de Vince McKee, un taxista al borde de la depresión que se
ve atraído por el mundo criminal cuando un viejo amigo sale de prisión; aún me
queda conocer el desenlace de la historia, pero de momento me está gustando
bastante, como antes lo hicieron Marcella,
River y Doctor Foster. ¿Y después de esta mini-maratón de ficción
británica? De momento, este domingo toca Logan:
el viernes que viene comentamos…
Doctor Foster (2015-)
Publicado en La Voz de Almería (17-3-2017)
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