Your name. Esta Semana Santa pude ver en cines el exitoso largometraje animado dirigido y escrito -a partir de su propia novela- por Makoto Shinkai, y salí de la sesión ligeramente decepcionado; siempre se ha dicho que si disfrutas del final de una película tiendes a perdonar los fallos anteriores, pero a mí me sucedió todo lo contrario: me lo pasé en grande con su primera hora -personajes, ritmo, música, humor, giros de guión- y no he dudado en llamarla ‘obra maestra’ en más de una conversación, pero el último tramo de la cinta me resultó lo más parecido a una interminable sucesión de openings y endings -los créditos iniciales y finales de los animes- no demasiado inspirados.
Star Wars: Episodio VIII – Los
últimos Jedi. Justo hace una semana se dio a conocer
el teaser de la nueva entrega
galáctica y, aunque el impacto mediático no ha sido el mismo que produjeron las
primeras imágenes en movimiento de El
Despertar de la Fuerza -algo bastante comprensible-, no han tardado en
surgir nuevas teorías sobre la futura trama e incluso estudios comparativos
entre ambos trailers, los cuales
comparten un misma filosofía en lo que se refiere al montaje: ritmo pausado,
muchos fundidos a negro y planos sin demasiada información explícita. Estas
Navidades comprobaremos cómo le sienta a la saga cierta baja en el reparto y un
nuevo director/guionista -Rian Johnson.
Doctor Who.
La serie británica volvió a la BBC este pasado domingo, estrenando su décima
temporada -siempre refiriéndonos a su nueva andadura televisiva, iniciada en
2005- con un capítulo de lo más moderno -un personaje principal homosexual,
música de tintes jazzísticos, ambiente universitario- y con un Peter Capaldi
más cómodo que nunca en su papel de Doctor. Hay muchas ganas de ver el segundo
episodio, titulado Smile y rodado
parcialmente rodado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia: una
nueva localización española para la etapa más reciente de Doctor Who, después del Parque Nacional del Teide o los almerienses
Fort Bravo y Mini Hollywood.
Por trece razones. Suena a disco rayado, pero Netflix lo ha vuelto a conseguir: la
serie basada en el best-seller de Jay
Asher se ha convertido en una de las producciones televisivas de moda y, para
colmo, la recepción crítica no ha sido para nada negativa; personalmente, le
encuentro ciertos defectos -cierta sensación de estiramiento o el hecho de que
muchos personajes parezcan más recién licenciados que estudiantes de
instituto-, pero mentiría si dijera que no estoy disfrutando con ella y
pulsando ‘reproducir siguiente’ como si no hubiera un mañana; el viernes que
viene comentaremos su desenlace…
Publicado en La Voz de Almería (21-4-2017)
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