domingo, 29 de octubre de 2017

Spoilers, Halloween y Halloween


Hace una semana comenté que algún día tendríamos que hablar del tema de los cada vez más famosos spoilers.  Todo venía a cuento de Blade Runner 2049, y de las sorpresas que su argumento depara al espectador que no se haya informado más allá del material publicitario o... que no se haya topado -presencialmente o vía internet- con alguna de esas personas a las que el conocer detalles específicos de la trama de una película -o de una serie, de un libro, etc.- no parece importarles lo más mínimo, y en muchas ocasiones tampoco el difundir dichos detalles a los cuatro vientos, sobre todo en los días posteriores al estreno. En este sentido, la 'sorpresa' argumental que tenía lugar durante el tramo final de Star Wars. El despertar de la fuerza sirvió a muchos, entre otras cosas, para revisar sus listas de contactos en las redes sociales… Intentaremos dedicar otro día una columna entera a tan controvertido tema.

Siguiente asunto: ¡ya está aquí Halloween! -o, si lo prefieren, el Día de Todos los Santos-. Toca preparar la decoración, comprar cosas con forma de calabaza y, lo más importante -al menos para mí- preparar nuestro particular festival de cine de terror. Acabo de decir 'cine', pero bien podríamos añadir también 'televisión', ya que sospecho que no seremos pocos quienes intentemos aprovechar este fin de semana para hacer una maratón con la segunda temporada de Stranger Things -ya comenté en su día que la primera no me pareció una obra maestra, pero sus ocho episodios cayeron en una tarde, algo que habla por sí solo-; en casa también hemos decidido dejar tiempo para repescar No respires y Expediente Warren: El caso Enfield, dos películas que en su momento no llegamos a ver en pantalla grande.

Por último, en casa continúan las 'aventuras con HBO', que llevan camino de convertirse en una sección semanal. Ya conté que el primer capítulo que intentamos visionar en la plataforma tuvimos que terminarlo a través de una web 'no oficial' -a las cuales no recurríamos hace mucho tiempo- porque le faltaban casi diez minutos. La cosa no quedó ahí: en otra serie nos fallaron los subtítulos y ayer intenté ver una película -Black Death, de Christopher Smith, una eterna pendiente- pero fue totalmente imposible pasar de los títulos de crédito iniciales, dado que nunca se terminaba de cargar. Seguiremos informando…

PD. Una última cosa sobre Blader Runner 2049, y no es ningún spoiler: si alguien creyó ver el 'mar de plástico' almeriense al poco de empezar el metraje, hace unos días un artículo de Evaristo Martínez en este mismo periódico le daba toda la razón. 

Publicado en La Voz de Almería (27-10-17)

lunes, 9 de octubre de 2017

Sitges, año 2049















Después de una semana cuyos tiempos libres han estado dedicados casi por completo a terminar The Big C -la tercera temporada y, sobre todo, la cuarta me parecieron muy inferiores a las magníficas dos primeras, pero solo por el cariño que se le coge a casi todos los personajes bien merecía la pena acompañar a Cathy a lo largo de todo su camino- o a devorar las dos temporadas de Noragami -un anime la mar de disfrutable, pese a la forzada introducción de algunas subtramas-, toca volver la mirada al séptimo arte: ayer empezó el Festival de Sitges de 2017 y quien esto escribe estará recorriendo las calles, restaurantes y -sobre todo- cines de la ‘ciudad del cine fantástico’ desde hoy viernes hasta el próximo lunes.   
Una sesión doble formada por Suspiria y La Cumbre Escarlata -con la presencia de Dario Argento y Guillermo del Toro, el padrino de esta edición-, el musical zombi/navideño Anna and the Apocalypse -¿futura cinta de culto?-, Mom and Dad -con Nicolas Cage en modo ‘locura total’, aunque la expresión resulte algo redundante teniendo en cuenta la reciente filmografía del actor-, la secuela de ‘metraje encontrado’ Creep 2 -ya comenté hace algún tiempo lo simpática que me pareció la película original-, La villana -ojalá sea la película de acción del año, tal y como se nos está vendiendo-, así como The Ritual, Anabelle: Creation y The Mission -un Johnnie To noventero- han sido las nueve películas que cabían en el planning de este año; en el cual está incluida la acostumbrada visita a los apetecibles puestos de películas, libros, etc.
De todo ello hablaremos en la ya clásica crónica post-Sitges en la columna de la semana que viene; y lo cierto es que ‘La última escena’ de dentro de dos semanas tiene también tema asignado -a no ser que aparezca una noticia de fuerza mayor en los próximos días-: me refiero a Blade Runner 2049, la esperada secuela del clásico de ciencia-ficción dirigido por Ridley Scott a principios de los ochenta, que seguramente nos acercaremos a ver el próximo martes, y  etiquetada ya de obra maestra por buena parte de la crítica especializada -aunque, como siempre sucede, comienzan ya a aflorar las opiniones que rebajan el entusiasmo inicial-. ¡Veremos! Yo con tal de volver a ver a Harrison Ford en un proyecto de calidad ya me conformo.

PD. Siete semanas después del tan cacareado accidente y la lesión de tobillo, Tom Cruise -que la semana pasada también ocupaba este último párrafo- ha vuelto ha vuelto a ponerse delante de las cámaras para finalizar el rodaje de su sexta ‘Misión Imposible’; cada vez soy más enemigo de los avances promocionales, pero reconozco que estoy deseando ver ya el primer tráiler…

Publicado en La Voz de Almería (6-10-2017)

domingo, 1 de octubre de 2017

De Laura Linney a... Tom Cruise















Hace siete días abríamos esta columna con The Big C, la serie de Showtime sobre una mujer de cuarenta años a la que diagnostican un cáncer de piel; y hoy volvemos a hacerlo. Y es que es algo cíclico, peros siempre me vuelvo a sorprender -para bien- cuando encuentro esa producción televisiva que me llega al alma y que tengo la necesidad de ver en el menor tiempo posible. Durante las últimas semanas las aventuras y desventuras de Cathy -enorme Linney- y sus seres queridos me han acompañado casi a todas horas, haciéndome llorar y reír a partes iguales. Aunque me quedan por ver los últimos siete capítulos, así que en siete días volvemos a hablar.    

Buena culpa de que aún no haya terminado The Big C la tiene la primera temporada de una serie de animación japonesa: la exitosa Assassination Classroom. ¿Motivos? Un humor de los que me hacen reír a carcajadas -obviando quizás aquellos gags centrados en la objetivación del cuerpo femenino, esa gran obsesión de buena parte del entretenimiento japonés- y una premisa argumental de las que hay que ver para creer: un extraterrestre amenaza con destruir nuestro planeta, pero al mismo tiempo se ofrece para ser el profesor de un grupo de alumnos y alumnas cuyo objetivo será… asesinarle. Y como guinda, unos openings de lo más originales. 

Pasemos al cine… En lo que va camino de convertirse en una tradición de esta columna, me toca rescatar una película de terror más o menos reciente que, en su momento -2009-, fue vapuleada por parte de crítica y público. Me refiero a La semilla del mal (The Unborn), dirigida y escrita por un David Goyer que por entonces disfrutaba del prestigio que le proporcionaba haber participado en los guiones de la nueva saga del Caballero Oscuro. No diré que me pareciera buena: ¡más bien todo lo contrario!; pero sí que la encontré entretenida -que hoy en día no es poco- y con un buen número de detalles a rescatar por los aficionados al género.       

PD. Tenía otro tema pensado para cerrar el texto de hoy, pero ayer muy temprano por la mañana, mientras sonaba en la radio la repetición de un programa deportivo nocturno retransmitido la noche anterior -una fórmula poco innovadora, pero muy barata-, escuché a los presentadores comentar la última película de Tom Cruise, Barry Seal: El Traficante. En concreto, aseguraban que había sido durante su rodaje cuando el actor había tenido su famoso accidente. Me gustaría explayarme más, pero solo apuntaré lo siguiente: aunque un profesional de la comunicación no sea experto en el séptimo arte, ¿cómo puede pensar que un film puede llegar a las salas solo unas semanas después de su rodaje -en este caso, además, cancelado-?

Publicado en La Voz de Almería (29-9-2017)