viernes, 15 de diciembre de 2017

Navidades 2017



Escribo estas líneas unas pocas horas después de confirmarse que Walt Disney Company ha comprado buena parte del conglomerado de Century Fox, incluyendo sus filiales cinematográfica y televisiva. ¿Uno de los factores más decisivos? El poder competir con Netflix en las mejores condiciones posibles una vez que Disney estrene su propia plataforma de contenido VOD. La noticia, de la que ya se habían ido desvelando bastantes detalles durante las últimas semanas, es de tal calado que habrá que esperar unos cuantos meses -incluso años- para opinar con algo más de criterio: ¿cuál será el grado de independencia que tendrá la Fox?, ¿cuánto tardará Marvel Studios en incorporar a los X-Men y/o a los Cuatro Fantásticos al universo MCU?, ¿qué supondrá esto para la saga Avatar -tendremos aún más secuelas más allá de las cuatro ya planeadas-?, etc. 

Los últimos Jedi. Este fin de semana, precisamente, llega a las carteleras la nueva entrega de Star Wars, una de las adquisiciones más recientes del 'Imperio' Disney -no he podido evitar el chiste…-. El recibimiento después de los primeros pases no ha podido ser más positivo y se destacan, sobre todo, dos aspectos: el sorprendente rumbo narrativo de la película y lo emotivo de algunas escenas. Como ya he comentado en esta misma columna, El despertar de la fuerza me ganó totalmente en el primer visionado, pero no me pasó lo mismo al revisarla en formato doméstico; y en cuando a Rogue One, formo parte de aquellas personas -no sé si pocas o muchas- que no disfrutaron ni de sus personajes, ni de su banda sonora, ni de sus cameos digitales. ¡Cruzo los dedos! Y, por supuesto, la comentaremos próximamente.  

Carta a Papá Noel. Este año me pido -en lo que a cine y televisión se refiere, porque si no esto podía quedar demasiado largo-: que se editen en España ediciones en formato doméstico tan fabulosas como las de -por ejemplo- Arrow Video; que no tardemos mucho en ver el primer avance de la accidentada Misión Imposible 6; que el especial navideño de Doctor Who no decepcione y que Jodie Whittaker -la nueva protagonista- aparezca el máximo de segundos posibles en pantalla; que por fin haya noticias sobre una nueva temporada de Happy Valley; o que el cine comercial estadounidense remonte la mala racha en la que lleva sumido los últimos años -por pedir que no quede- 

PD. Hace unos días, y como todos los años, en casa volvimos a ver… La Jungla de Cristal. Estuvimos a punto de no seguir con la tradición, pero afortunadamente las circunstancias nos fueron favorables y John McClane volvió a entrar en el Nakatomi Plaza. Un film que mejora en cada visionado. Felices Fiestas a todos y todas.  

Publicado en La Voz de Almería (15-12-2017)

sábado, 9 de diciembre de 2017

Carrusel de series (II)

Toca hacer balance de las últimas producciones televisivas que han pasado por el salón de casa durante estos últimos -y fríos- días de diciembre:   

Glitch. La semana pasada comenté que había empezado a ver la segunda temporada de esta serie australiana, en la que un variopinto grupo de personas devueltas a la vida deben averiguar cómo murieron, quién y por qué les resucitó, y cómo deben aprovechar esta segunda oportunidad. Una vez vistos los nuevos seis capítulos, no puedo ocultar una ligera decepción: los personajes se han dedicado, más que nunca -era algo presente ya en la primera tanda de episodios-, a ir de un lado para otro sin mucha más motivación que la de desarrollar las correspondientes subtramas y hacer avanzar los acontecimientos; en esta ocasión, no ardo en deseos de ver la tercera temporada…  

Dark. El guión, principal 'talón de Aquilés' de Glitch, es sin embargo el punto fuerte de la primera serie alemana distribuida bajo el sello de Netflix; y es que ya solo el esfuerzo de elaborar un castillo de naipes tan ambicioso -en el que todos sus elementos acaban encajando- merece por sí solo toda mi admiración. El estupendo apartado técnico, la hipnótica banda sonora -mención especial a los coros a capela- y los mejores créditos iniciales que he visto en mucho tiempo -no solo son preciosos, sino también una parte más del rompecabezas-  suman puntos a una producción que, sin embargo, no terminó de enamorarme en sus últimos capítulos, aunque solo porque las preguntas siempre son más emocionantes que las respuestas -tengo más motivos, pero sería entrar de lleno en territorio spoiler

The Fall. Hacía tanto tiempo que terminé la segunda temporada de esta serie protagonizada por Gillian Anderson y Jamie Dornan que tenía miedo de no cogerle el 'tranquillo' a los nuevos episodios. Para mi sorpresa, el primer capítulo de la tercera temporada me tuvo interesado del primer al último minuto, gracias -entre otras cosas- a su original planteamiento: quitarle buena parte del protagonismo a una de sus dos estrellas principales y convertir la trama en algo parecido a un episodio de la mítica -y, por mi parte, añorada- Urgencias: no me importaría ver una serie comandada por el médico interpretado por Richard Coyle...   

Broadchurch. Hace unos días una amiga me dijo lo siguiente: "Lo único que pido es que Olivia Colman y David Tennant trabajen juntos toda la vida". Una vez vista casi toda la tercera -y última temporada- de la serie creada por Chris Chibnall, no puedo estar más de acuerdo. Los casos enganchan, pero aún más el acento escocés de Tennant, las miradas de Colman y la dinámica entre ambos.  

Publicado en La Voz de Almería (08-12-17)

domingo, 3 de diciembre de 2017

Comentarios pre-navideños



Sin comerlo ni beberlo, ya estamos en diciembre, un mes esperado y temido a partes iguales. Ya habrá tiempo para hacer balance de 2017 en lo que se refiere a cine y televisión; mientras, toca comentar varios temas que, por sí solos, darían para una o varias columnas.

Doce días después. Han pasado casi dos semanas desde que fuimos al cine a ver Liga de la justicia. No es por hacer leña del árbol caído, pero cada hora que pasa hace que me parezca aún peor película. Recomiendo a este respecto el podcast publicado hace unos días por los chicos de la web Las Horas Perdidas dedicado en exclusiva a comentar sus impresiones sobre la cinta de DC nada más salir del cine, no solo para echarse unas risas, sino también para profundizar en todos los acontecimientos extra-cinematográficos que torpedearon cruelmente el proceso de producción, y culpables -en gran medida- del resultado final. 

Fiebre marvelita. Esta semana se lanzó el primer avance de Avengers: Infinity War, la tercera entrega de la saga principal de Marvel Studios y, en general, el recibimiento en las redes -y al menos en mi entorno cinéfago más íntimo- ha sido apoteósico. El tráiler, para qué negarlo, es espectacular y está confeccionado a la perfección, pero lo mismo dije de los de Capitán América: Civil War o Doctor Strange, por poner solo dos ejemplos, y ello no impidió que saliera defraudado del cine en ambos casos. Por otro lado, las escenas ambientadas en Wakanda parecen casi una forma de decirnos 'tenéis que ver Black Panther'… En cualquier caso, yo acudiré al cine el fin de semana de estreno -4 de mayo de 2018-, aunque solo sea por reencontrarme con el Steve Rogers encarnado por Chris Evans -en mi opinión, Marvel nunca podrá superar El soldado de invierno

Maratones caseras. No solo de cine vive el ser humano: sobre The Punisher, podría comentar tantos aspectos positivos como negativos, pero el hecho de que haya conseguido verla entera, tras los fiascos de Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist -esta última ni la empecé-, me parece ya todo un avance; la segunda temporada de Glitch, por su parte, me está pareciendo mucho menos inspirada que la anterior -ideal para calmar el hueco emocional dejado por The Leftovers-, pero todavía puede mejorar; y en cuanto a Alias Grace, tan solo expresar mi admiración más absoluta por el trío conformado por Sarah Gadon/actriz, Mary Harron/directora y Sarah Polley/guionista. 

Posdata. Pese a todo, lo más gratificante de estas últimas semanas ha sido ver, por primera vez -y en una excelente edición cortesía de Arrow Video-, el tiroteo sin diálogos con que termina el metraje de Ladrón (1981), primer trabajo cinematográfico de Michael Mann.  

Publicado en La Voz de Almería (01/12/2017)