viernes, 9 de febrero de 2018

Que empiece el espectáculo
















Super Bowl 2018. De un tiempo a esta parte, el evento deportivo USA por antonomasia se ha convertido en una cita imprescindible para aquellas personas interesadas en ver los primeros o nuevos avances de los próximos blockbusters cinematográficos; los estudios lo saben y gastan cantidades astronómicas para que su película aparezca anunciada durante una de las numerosas pausas publicitarias del partido. Este 2018, los spots han sido para la secuela de Jurassic World -reconozco que me da una pereza enorme-, Skycraper -la enésima película de Dwayne Johnson en los últimos meses-, A Quiet Place -cinta de terror con una propuesta la mar de curiosa-, Gorrión Rojo -el reencuentro de Jennifer Lawrence con el director de Los juegos del hambre-, las terceras entregas de Los Vengadores y la 'saga' Cloverfield -la recepción de esta última ha sido regular, pero no cabe duda del 'antes y después' que ha supuesto su lanzamiento, Han Solo: Una historia de Star Wars -me extenderé sobre ella en mayo-, y...

Misión Imposible: Fallout. Tom Cruise/Ethan Hunt escalando una montaña; huyendo en coche y motocicleta; protagonizando una brutal pelea a tres bandas en unos aseos; estampándose contra un coche a toda velocidad; saltando entre dos edificios -la famosa escena en la que se lesionó el tobillo-; subiéndose a un helicóptero en marcha y, a continuación, pilotándolo entre montañas... Creo que ningún aficionado al -a veces tan denostado- cine de acción podría pedir mucho más, sinceramente. Según las estadísticas, el trailer con más repercusión en las redes sociales fue el de la cinta de Marvel Studios, pero diría que ninguno de ellos ha sido tan bien recibido como el de la próxima película de Christopher McQuarrie, el primer cineasta en repetir detrás de las cámaras -ojalá hubiera sucedido lo mismo con la secuela de Jack Reacher- a lo largo de la saga comenzada por Brian De Palma, hace más de veinte años. Prometo que no volveré a hablar de la cinta hasta su estreno en España: entonces, ya aviso, tocará recordar las cinco salas de cine de Almería en las que vi las cinco entregas anteriores. 

Cuándo dejar una serie. En los últimos días he dejado dos series; casualmente, las dos inscritas en el género de la ciencia-ficción. Por un lado, Altered Carbon: los dos primeros capítulos no me habían apasionado, pero cuando empecé a bostezar durante el tercero fue cuando me di cuenta de que tocaba retirarse... Por otro lado, Kokkoku, una serie de animación japonesa con un planteamiento muy prometedor, pero en el que falla casi todo lo demás -no sé si es algo heredado del manga original-... Ante tal avalancha de series y películas, toca priorizar. 

Publicado en La Voz de Almería (9-2-18)

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