sábado, 26 de mayo de 2018

Segundas oportunidades














Hoy la cosa va de segundas partes: la secuela de Deadpool, la segunda temporada de Por trece razones o la segunda vez que he visto The Great Passage -un anime de lo más interesante. 

Deadpool 2. Más presupuesto, más efectos especiales, más localizaciones, más personajes, más minutos de metraje... La secuela del éxito de 2016 es 'más' en todos los sentidos y me imagino que quien disfrutara de la primera parte lo hará también de esta segunda. Quien esto escribe lo pasó incluso mejor, sobre todo gracias a la agradecida avalancha de chistes metacinematográficos -creo que casi aplaudí con el referido a Frozen-, a los jugosos cameos -algunos de los más inesperados- y a la que ya ha sido bautizada como la mejor escena post-créditos -en realidad mid-credits- de los últimos años. Me hubiera encantado explayarme más, pero es de esas películas que se disfrutan más sin conocer de antemano los chiste; y también habiendo visto/sufrido -dependiendo de cada entrega- todas las películas de Lobezno... 

Por trece razones. Actrices y actores -sobre todo ellos- cuyo aspecto parece más propio de una universidad que de un instituto, personajes que con cierta frecuencia toman decisiones que podrían verse como absurdas, una cierta propensión a crear expectación sobre detalles o secretos que al final no resultan tan cruciales para la historia... A la serie de Netflix se le pueden reprochar muchas cosas, y creo que casi todo el mundo estará de acuerdo en que esta segunda temporada no ha resultado tan redonda como su predecesora -algo que resultaba difícil-, pero para quienes todavía recordamos lo que era sentirse adolescente continúa siendo un plato muy difícil de rechazar. ¿Lo más negativo? Quizás que su último capítulo no deja, en esta ocasión -y a pesar de numerosos cabos sueltos-, con tantas ganas de nuevos capítulos...

The Great Passage. Hace unos meses disfruté de esta serie de animación japonesa durante los viajes al trabajo y esta misma semana tuve la oportunidad de verla otra vez tranquilamente en casa y en compañía, gracias -entre otras cosas- a que su única temporada consta de solo once capítulos de veinte minutos. Basada en una exitosa novela de Shion Miura que ya dio pie a una adaptación cinematográfica en 2013, The Great Passage cuenta el -arduo y largo- proceso de elaboración de un diccionario, así como las peripecias vitales que rodean al equipo humano encargado del mismo. Un guión milimetrado, una banda sonora extraordinaria y unos personajes a los que es imposible no cogerles cariño lo convierten en uno de los animes más interesantes que he visto en los últimos años, de esos que nunca me canso de recomendar. 

Publicado en La Voz de Almería (25-5-18)

viernes, 18 de mayo de 2018

De Margot Kidder a 'Deadpool 2'



La semana pasada, tras descartar un par de películas en Movistar+ por falta de subtítulos -incluso en el caso de una comedia romántica francesa bastante reciente-, me puse por fin con el documental De Palma, centrado en la figura de... Brian De Palma. El cineasta habla a cámara durante casi dos horas sobre su vida y obra mientras se intercalan imágenes de sus películas y rodajes, y aunque el enfoque es tradicional acaba siendo de lo más efectivo. Uno de los títulos nombrados era Hermanas, protagonizado por Margot Kidder, fallecida hace solo unos días. Nunca fui un apasionado de las películas clásicas de Superman, por lo que no puedo hablar demasiado de su famosa Lois Lane, pero la recuerdo perfectamente, no solo en el film dirigido por De Palma, sino en otros dos hitos del terror de los años setenta: Navidades Negras -una de esas cintas imprescindibles para conocer los orígenes del slasher- y Terror en Amityville -hoy en día son casi una veintena los films inspirados en los mismos hechos que allí se relataban. 

De una actriz mítica a otra actriz mítica, que todavía sigue entre nosotros pero a la que un servidor no ha empezado a apreciar hasta hace poco: Barbra Streisand. Hace unas semanas pudimos ver Funny Girl en pantalla grande y la verdad es que no sorprende que ganara el Oscar aquel año -compartido con Katherine Hepburn por El león en invierno-: pocas veces he visto una demostración de carisma de tal intensidad en un debut cinematográfico. Más tarde vimos por primera vez -ya en casa- ¿Qué me pasa, doctor? y, aparte de acabar chillando de la risa, mi impresión sobre Streisand se mantuvo intacta. Algo similar me ocurrió a principios de año descubriendo a Paula Prentiss comiéndose la pantalla -y a Rock Hudson- en la sesentera Su juego favorito; lástima que esta última no acabara prodigándose tanto en el séptimo arte...

PD. La columna se acaba y, como de costumbre, se quedan temas en el tintero: el estreno de Deadpool 2 -cuando hace poco revisamos la primera parte en formato doméstico me pareció algo menos redonda que durante el primer visionado en el cine, pero ya solo por los chistes sobre Cobra o el cine de John Hughes tendrá mi cariño eterno-, la nueva temporada de Por trece razones -no tengo reparos en admitir que este fin de semana procederé al maratón de rigor, con vistas a comentarla aquí dentro de siete días- o la constatación de que mi visionado de televisión en directo es ya casi inexistente -hace unas noches hice zapping por primera vez en meses y comprobé con tristeza que lo más destacable de la parrilla eran un Mira quién baila 2.0, la enésima edición de Supervivientes y varias películas que empezaban casi a las 23:00...  

Publicado en La Voz de Almería (18-5-18)

viernes, 4 de mayo de 2018

De 'Los Vengadores' a De Niro


Vengadores: Infinity War. Haré como la película de los hermanos Russo y, sin más preámbulos, iré a lo que nos interesa. ¿Lo mejor -siempre bajo de mi punto de vista personal-? Una escena pre-créditos cuya intensidad dramática parece más propia de un clímax, la primera aparición de Steve Rogers/Capitán América -ahora que lo pienso, muy en la línea estética del último plano de Capitán América: Civil War-, el cómo consigue ser una secuela de casi todas las 18 películas anteriores del Universo Cinematográfico Marvel, una escena protagonizada por Thor que hizo aplaudir a la sala entera -algo ya de por sí digno de alabar-, un villano de altura, una escena post-créditos de lo más efectiva y, sobre todo, una sensación de peligro y estrés muy conseguida, si bien en mi caso producida más por lo que mi mente auguraba que por lo que finalmente llega a pasar -profundizar más en ello sería entrar en el terreno de los spoilers-. ¿La peor parte? Como casi siempre, algunos tiempos muertos -menos que nunca, eso es verdad-, 'infinitos' momentos de humor simplón, personajes que sirven casi exclusivamente como elemento humorístico -me viene a la mente Bruce Banner/Hulk- y unos diálogos que hacen que determinados personajes, nada más conocerse, pasen de lanzarse insultos o puyas continuas a declararse amistad eterna en menos de lo que dura un chasquear de dedos. 

Huida a medianoche. Me lo pasé muy bien con la última propuesta de Marvel Studios; pero mentiría si dijera que no disfruté más unos días antes, viendo por primera vez esta buddy/road movie de finales de los 80 protagonizada por Robert De Niro y Charles Grodin -el padre de Beethoven, uno más de la familia (1992)-. El film de Martin Brest no tiene ningún elemento espectacular, pero cumple a todos los niveles: como comedia -unos running gags estupendos-, como cinta de acción -las persecuciones son de lo más resultonas-, como película de personajes -estupenda la química entre ambos- e incluso como historia dramática: en un momento determinado, el personaje interpretado por De Niro se ve obligado a protagonizar un emotivo encuentro familiar y reconozco que quien esto escribe tuvo que sacar los pañuelos. Disfruto con un blockbuster, pero son cintas como esta las que me hacen amar el cine. 

PD. El tema de los kleenex me recuerda que no puedo dejar de recomendar Violet Evergaden, uno de los últimos animes de Netflix. Una animación absolutamente espectacular -no exagero al decir que la diferencia con la inmensa mayoría de series de animación de los últimos tiempos es sonrojante- para una historia de las que llegan al corazón en cada capítulo.

Publicado en La Voz de Almería (4-5-18)